UNA MUESTRA DE PARTICIPACIÓN EN LA TOMA DE DECISIONES.

Hace unos días me encontré con papel impreso por debajo del edificio en que vivo, donde vecinos convocaban a una reunión para organizarse porque están descontentos con la actual administración.

De inmediato me recordé de la Experiencia que viví en el anterior edificio que habitaba. Sucedió el mismo fenómeno, sólo que esta vez yo fui uno de los que comenzó a promover el cuestionamiento a cómo se administraba el edificio en que vivía.

Logramos que se hiciera una reunión extraordinaria, en la que se cuestionó en esencia, más allá de una serie de reclamos puntuales del edificio como tal o de problemas de su propio departamento, que tomaban decisiones trascendentales, que nos afectaban a todos de manera arbitraria y sin consulta al resto de los vecinos.

reunión de vecinos

En estricto rigor legal, un Comité de Administración tiene facultades de decidir muchas cosas sin consultar al resto de los vecinos, incluso el nombramiento del administrador del edificio, surge el cuestionamiento si bien tiene las facultad de decidir y para eso la comunidad lo eligió, también es distinto considerar o no la opinión de los que le eligieron, y de los que no, para la toma de decisiones.

Fue tal el cuestionamiento, que cuando se terminó el período de aquella Junta de Vigilancia, ahora llamada Comité de Administración que no quisieron seguir otro período y casi en un acto de venganza nos emplazaron a los que habíamos iniciado el cuestionamiento a que nos hiciéramos cargo del Comité de Administración. Y así lo hicimos, en función de ser coherentes con nuestras críticas, ya que es más complejo administrar, “gobernar” que sólo quedarse en la crítica.

Nos reunimos los seis que aceptamos el desafío, y nos repartimos responsabilidades según las cualidades y lo que cada uno deseaba aportar. Se lo propusimos al resto de la comunidad la que nos refrendó en nuestros respectivos cargos.

Y de inmediato comenzamos a mostrar un estilo distinto de hacer las cosas. Un tema central de cuestionamiento era el administrador contratado por la comunidad del edificio. Así les solicitamos a todos los vecinos que hicieran llegar propuestas de algún administrador que les pareciera adecuado, incluyendo al que estaba en función para no marginarlo a priori, y caer nuevamente en la arbitrariedad.

Convocamos a una reunión extraordinaria en que cada uno de los tres candidatos a administrador, el que cuestionamos no se quiso presentar, y los tres expusieron su trayectoria y cómo ejercerían su función de administrador.

Finalmente, y en ausencia de los candidatos la comunidad debatió los pro y contras de cada uno, y se procedió a votar. Como Comité Administrador acatamos la voluntad mayoritaria.

edificio

De cada reunión que tuvimos como Comité, hicimos un acta la que se les distribuía a todos los vecinos, para que pudieran informarse de aquellas reuniones.- Y había al menos seis o sietes aspectos claves que decidir, esta vez, en aras del respeto del tiempo de todos y todas, les hicimos llegar los problemas y que solicitábamos que hicieran llegar ideas de solución en una semana.

Muchas de las soluciones requerían recursos que se tendrían que sacar de nuestro fondo común del edificio.

La gente, alguna, envió las sugerencias, y nosotros las clasificamos y volvimos a enviar propuestas concretas por las que había que votar si o no, en un plazo de tres días, ya que junto con la participación hay que complementarla con eficacia y eficiencia. Y con los votos de la comunidad se aprobaron la mayoría de las iniciativas y desecharon otras.

Y allí sí, como Comité Administrador en conjunto con la Administradora, ya que fue una mujer la elegida, nos en cargamos de implementar las iniciativas.

Nuestro estilo de “gobernar” fue muy celebrado ya que la gran mayoría comprendió que la participación no termina ni comienza con elegir a autoridades y luego desentenderse de qué y cómo lo hacen. A su vez las autoridades deben y así lo comprendimos, generar espacios reales de participación, en que todas y todos se involucren, y que haya intercambio de ideas, sobre todo propuestas, y que se acate lo que la mayoría decida.

A nosotros en tanto Comité Administrativo, nos fue muy bien, se nos solicitó por unanimidad que continuáramos por otro período. Aceptamos, y seguimos con este estilo de participación. Ya cuando llegó nuevamente la elección, todos los del Comité no aceptamos ir a otra reelección, porque pensamos que la alternancia es necesaria. Así se formó un nuevo Comité al que sí le brindamos apoyo a partir de nuestra experiencia vivida.

Sería muy distinto que así fuera la manera en que procedieran nuestras autoridades, o por lo menos las que vendrán, y motivar el compromiso de  la ciudadanía de entender que la solución somos todos. Por eso asumo el compromiso de trabajar por una manera distinta de resolver los problemas y desafíos de nuestro país.

Saludos

Gonzalo Meza Allende

experienciasyreflexiones@gmail.com

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